
Hello everyone!
This week we present to you the best example of a Catalan Gothic temple that can be found in Barcelona and that can be none other than the temple of Santa Maria del Mar.
Ildefonso Falcones paid tribute to this temple in his book «The Cathedral of the sea» which has served as the basis for a television series with the same name.
The history of the Basilica is linked to the town of Barcelona and to a small Christian community that lived close to the sea but outside the city walls. In the year 303 AD a chapel known as Santa María de las Arenas and a necropolis were built. The first patron saint of Barcelona, Santa Eulàlia, was buried in that necropolis. At the end of the 7th century, the chapel was enlarged and became the Parish Church of Santa María del Mar.
During the 13th century, the district that we now call «La Ribera», and where the temple is located, had an intense growth in construction, import and export of merchandise, arts and professions that have been reflected today in the name of its streets.
The great growth of the area led to desire a temple of greater proportions. Finally, it was agreed that the work should belong exclusively to the parishioners of the area of the port and the Ribera.
The Catholic Church supported the initiative, the merchants contributed money and King Peter III gave permission to extract the stone that would be used for its construction. The hardest work fell on the workers for the loading and unloading of the ships (the so-called «bastaixos»), who loaded the stones on their backs, one by one, from the royal quarry of Montjuïc and from the beaches to the Plaza del Borne. The main door of the church pays tribute to the bastaixos who helped build it. The fishermen also put their hands, shoulders and boats at their disposal to transport the stones to the beach.

The authors of the project were Berenguer de Montagut and Ramon Despuig. The continuous wars caused destruction in the basilica, but the biggest one took place on July 19, 1936, when Santa María del Mar burned for eleven days.
The magnificent Baroque altar was completely destroyed and only the walls, columns and some stained-glass windows survived, such as that of the Last Judgement (1474) or that of Pentecost and the Lord’s Supper (1711), which have survived to the present day. The rose window on the main façade collapsed with the earthquake of 1428 but was recovered in 1460.
When you enter the temple you fall in love with it. Its interior is structured in three naves of similar height in which there are numerous chapels, but an almost total absence of visual obstacles. These are two particularities of the Catalan Gothic, achieving a unitary, diaphanous and light space. Eight columns delimit the main altar and separate it from the ambulatory, which follows behind.

The main façade overlooks the Plaza de Santa María while on the east side is the Fossar de les Moreres, a memorial to the victims of the siege of Barcelona in 1714.

For us it is one of the most beautiful basilicas in Barcelona and the acoustic inside is incredible, whether to listen to a choir, a concert or the “baturra” mass held on October 12 in which you can discover the jota danced and sung. All a pleasure for the senses!
If you pass through Barcelona you can not miss it because the simple fact of being there is something that surpasses the spiritual.

If you need help or a recommendation, you know, info@vippa-bcn.com
See you next time!
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¡Hola a todos!
Esta semana os presentamos el mejor ejemplo de templo gótico catalán que se puede encontrar en Barcelona y que no puede ser otro que el templo de Santa María del Mar.
Ildefonso Falcones homenajeó a este templo en su libro “La catedral del mar” que ha servido de base para una serie televisiva con ese mismo nombre.
La historia de la Basílica, está ligada al pueblo de la ciudad de Barcelona y a una pequeña comunidad cristiana que vivía cerca del mar pero fuera de las murallas de la ciudad. En el año 303, en ese lugar se creó una capilla conocida como Santa María de las Arenas y una necrópolis donde se enterró a Santa Eulalia. La capilla fue ampliándose convirtiéndose a finales del siglo VII en la Parroquia de Santa María del Mar.
Durante el siglo XIII, el barrio que denominamos ahora “La Ribera” y donde se encuentra el templo, tuvo un intenso crecimiento en construcción, importación y exportación de mercancías, talleres de artes y oficios que ha quedado reflejado, en la actualidad, en el nombre de sus calles.
El gran crecimiento hizo desear un templo de mayores proporciones. Finalmente se acordó que la obra debería pertenecer, exclusivamente, a los feligreses de la zona, del puerto y de la Ribera pues serían los únicos responsables materiales del templo.
Así pues, los eclesiásticos apoyaron la iniciativa, los comerciantes aportaron dinero y el rey Pere III dio permiso para extraer la piedra que se dedicaría a su construcción, pero el trabajo más duro recayó en los obreros de carga y descarga de los barcos (los llamados “bastaixos”) pues cargaban a sus espaldas las piedras, una a una, desde la cantera real de Montjuic y desde las playas, hasta la plaza del Borne. La puerta principal de la iglesia homenajea a los bastaixos que ayudaron a su construcción. También los pescadores pusieron a su disposición sus manos, hombros y barcas para transportar las piedras hasta la playa.

Los autores del proyecto fueron Berenguer de Montagut y Ramon Despuig. Las continuas guerras causaron destrucciones en la basílica pero la mayor tuvo lugar el 19 de julio de 1936 cuando Santa María del Mar ardió durante once días seguidos.
El magnífico altar barroco quedó totalmente destruido y únicamente quedaron las paredes, las columnas y algunas vidrieras a las que no llegó el fuego como la del Juicio Final (1474) o la de Pentecostés y la Santa Cena (1711) que han sobrevivido hasta la actualidad. El rosetón de la fachada principal, se derrumbó con el terremoto de 1428 pero fue recuperado en 1460.
Cuando entras en el templo quedas enamorado de él. Su interior está estructurado en tres naves de altura similar en las que hay numerosas capillas, pero una ausencia casi total de obstáculos visuales. Estas son dos particularidades del gótico catalán consiguiendo un espacio unitario, diáfano y ligero. Ocho columnas delimitan el altar mayor y lo separan de la girola, que sigue por detrás.

La fachada principal da a la Plaza de Santa María mientras que en el lado este, se halla el Fossar de les Moreres, un memorial a las víctimas del asedio de Barcelona de 1714.

Para nosotros es una de las basílicas más bonitas de Barcelona y la acústica que se percibe en su interior es increíble, tanto para escuchar una coral, un concierto o la misa baturra que se celebra el día 12 de Octubre en el que puedes descubrir la jota bailada y cantada ¡Todo un placer para los sentidos!
Si pasas por Barcelona no te la puedes perder pues el simple hecho de estar ahí es algo que sobrepasa lo espiritual.

Si necesitas ayuda o alguna recomendación, ya sabes, info@vippa-bcn.com
¡Hasta la próxima!